miércoles, 28 de diciembre de 2011

Elsa Pataky presenta en Barbastro su última Película, Copito de Nieve

Coincidencias de la vida. Resulta que de mi breve estancia en Madrid por motivos laborales, ya hace más de diez años, me quedaron varias cosas. Una de las mas curiosas fue la amistad que hice con la famosa actriz Elsa Pataky a raiz de la grabación de un spot en el que de manera colateral había intervenido yo. El caso es que desde entonces hemos seguido manteniendo la relación aunque de forma esporádica. 
Hace unos días me enteré de  que se encontraba de vacaciones en un lugar próximo a Barbastro, y que como comprenderéis no voy a desvelar. La convencí para que presentara su última película en el vestíbulo del cine Cortés donde  se estaba proyectando estos días. No hubo mucha gente porque no se había anunciado el acto. Pero aquí queda la foto para dar fe de lo feliz que se encontraba ella junto a mi como amigo y anfitrión.


¿A que doy envidia?

miércoles, 21 de diciembre de 2011

De como salí un día a correr, y acabé cantando villancicos con los del grupo 7:45

El sábado pasado, después de una semana en la que había salido a correr tan sólo un día, (a penas manteniendo las constantes vitales, diría alguno) madrugué  dispuesto a agregarme a este grupo del que ya he hablado en otras ocasiones. Para el que no lo sepa, además de dedicarse a labores humanitarias, como la de acogerme a mí y a algún otro despistado que aparece por allí de higos a brevas, tienen la sana costumbre de salir a correr todos los sábados, domingos y fiestas de guardar a las 7:45 desde el mismo lugar. Independientemente de que sea verano, invierno o haga frío o llueva o nieve o sople un cierzo del carajo. No obstante ese día, yo que soy algo mas flexible con mis rutinas, antes de salir de casa asomé la cabeza por la ventana y comprobé que, aunque hacía fresquito, el viento estaba en calma, lo que me animó definitivamente a tirarme a la calle aun no habiendo todavía amanecido.

Hacía más de un mes que no me juntaba con esta buena gente, pero por supuesto, allí estaban. En esta ocasión había más personal de lo habitual. Tras intercambiar algunos saludos y presentaciones, iniciamos el trote  hacia los montes de Juslibol. El ambiente tan festivo que se respiraba y la gran concurrencia se debían, según me dijeron, a que esa mañana, entre otros actos, se iba a montar un belén y se celebrarían varios cumpleaños a la vuelta. 

La del alba sería cuando.... (Gracias por las fotos a Carlos Sevillano y Pedro Juste)

Una parte del grupo pasando por Juslibol.

Enfilando la "cuesta de la cadena". Un método infalible para entrar en calor.


Al poco rato, y para empezar con los actos festivos, se distinguió a la admirada atleta que se dispone a descorchar la botella, poniendo su nombre a una de las sendas que forman parte de los recorridos habituales del grupo . En pocas ocasiones me había sentado tan bien una copita de champán.

 Sobre estas líneas, vaso en mano,  la mayoría de los que allí estábamos ese día.



Tras esta primera etapa, continuamos, sube y baja, hasta llegar al lugar que habían escogido para instalar el belén. El sitio era de lo más apropiado. Una cuevecilla enclavada sobre un escarpado risco desde el que la vista del valle de Ebro era espectacular.




Justo cuando estaban colocando las figuritas, un rayo de sol comenzó a iluminar la escena y en un momento el valle entero se inundó de color:
Que si. Que lo de que "se inundó de color", aparte de un poco cursi, iba en serio.



Disfrutando de estas espléndidas vistas, emprendimos el camino de vuelta por la zona de los galachos. 

Lo de correr junto al río Ebro por estos parajes, hay que reconocer que es un auténtico privilegio.


En resumidas cuentas: Un agradable entrenamiento de casi 14 km que se me hicieron tan cortos y entretenidos como si hubiera estado de tapas por el Tubo. Y todo gracias a esta panda de locos que no tienen otra cosa mejor que hacer a esas horas de la mañana. Ah, se me olvidaba. En la escena del Belén, se cantaron unos villancicos, como requería la ocasión.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Mi cámara ideal

Resulta que hace tiempo que me ronda por la cabeza la idea de comprarme una nueva cámara fotográfica. Tengo una canon S3IS del 2006 que me ha funcionado bastante bien, aunque, aparte de haberse quedado un poco obsoleta en cuanto a prestaciones, siempre ha sido algo pesada y voluminosa para mi gusto, por lo que hace casi un año que no la saco de la funda.

Esto de hacer fotos es una afición que tengo desde los años 80, en plena era analógica. He tenido épocas en las que pasaba horas y horas en el cuarto oscuro. Pero en cuanto al tema de la cámara, nunca he sido nada exquisito, la verdad. Tiré muchos años con cámaras prestadas, y cuando me decidí a agenciarme una reflex, una nikon de lo más normalito, fue justo cuando empezaban a popularizarse las digitales. En fin que la tengo como nueva en su caja. 

Total que entre unas cosas y otras últimamente solo hago alguna foto con el móvil. Lo que resulta de lo más cómodo. Casi la totalidad de las fotos de este blog las he tomado con mi Nokia 5800 de 3.1MP. Tiene sus limitaciones, claro, pero con buenas condiciones de luz pueden quedar fotos bastante apañadas, como esta que tomé en mayo pasado en pleno movimiento 15M:


Pero además de rascarme el bolsillo, algo a lo que no soy muy propenso, hay otro motivo si cabe más determinante que me impide decidirme por alguno de los miles de modelos que existen en el mercado.

Y es que, hoy por hoy, no he visto por ningún lado mi cámara ideal:




A primera vista la cámara de arriba, que es un monstruito que he montado con piezas de varias máquinas, se parece a muchas de las compactas avanzadas que hay en el mercado, pero tiene una serie de características que no han confluido en ninguna cámara actual. A saber:

  • Tamaño de bolsillo ( no mucho mayor a una canon S90, por ejemplo)
  • Objetivo zoom 24-110 o así con buena luminosidad (F2 - F 2,8)
  • Visor electrónico. Esto es fundamental. Lo de hacer fotos con el brazo extendido es como disparar un rifle sin apuntar, como hacer fotos con un móvil, vaya. Poder se puede, pero.. seamos serios por favor.   Mi canon S3Is lo tiene y es estupendo, pues ves como va a quedar la foto además de toda la información que necesitas sin apartar el ojo del visor. Creo sinceramente que el visor electrónico es infinitamente más útil que el óptico que montan la Canon G12, la Nikon P7000 o incluso la tentadora Fuji X10. 
  • Pantalla LCD.  Esta es una característica que al parecer nadie se ha atrevido a eliminar. Pero mi cámara ideal NO TIENE PANTALLA LCD, ni puñetera falta que le hace. Ya veré las fotos en casa tranquilamente, y si tengo mucha ansiedad, siempre puedo verlas por el visor, que para eso es una mini pantalla LCD.
    • Importantes ventajas de una cámara sin pantalla LCD
      • Menor peso.
      • Menor volumen.
      • Menor precio.
      • Menor consumo de batería.
      • Y encima no tienes que aguantar a los pesados que quieren ver las fotos cuando acabas de disparar. Por el visor solo miro yo, que para eso tiene corrección de dioptrías.
  • Sensor. Con el que monta la G12 (ó mejor el nuevo de la S100) me valdría. Supongo que uno un poco más grande como el de la X10 sería complicado de montar en una compacta más reducida.
Bueno, esto es lo que quería decir sobre mi cámara ideal. Si algún fabricante se anima le mando los planos (a cambio de una unidad definitiva, claro).

Si alguien quiere ver algunas de mis fotos tomadas con la pobre Canon S3Is, este es mi álbum de Flickr, que no actualizo desde 2009. Ya perdonaréis la saturación y los tratamientos tan agresivos que hacía en aquella época. Ahora me parecen horribles, pero entonces, como nos pasaba a muchos cuando nos iniciábamos en el  Photoshop, me parecían lo más.  

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